Y todo amaneció mejor
“Hoy me levanté con el ojo pegado
Ya miré el infierno, ya miré las noticias
Fosas,
muertos, daño a madre naturaleza
Ambición,
poder
Y a
mí me agarró la depre”.[1]
Con
esas palabras inicia la primera canción que yo escuché de Lila Downs, fue en
2015 y es de las pocas canciones de ella que han sido tocadas en la radio.
Recuerdo
que la escuchaba por las tardes en el radio que encendían en la oficina. Se
trataba de dos voces, una de ellas era del cantante colombiano Juanes y la otra
voz (muy peculiar, por cierto) no sabía a quien le pertenecía.
Luego de varias escuchadas supe que se trataba de una tal Lila Downs y desde esa vez no
pude dejar de escucharla: comprando a la primera oportunidad los nuevos discos
y escuchando lo viejos discos, diferentes todos, pero con temas similares: la
mujer, la migración, la violencia, la comida, la bebida y las costumbres
mexicanas.
Pero
esta canción en particular, me viene siempre a la mente cuando veo, lo que para
mí son situaciones o momentos difíciles, sobre todo aquellos que tienen que ver
con lo social, donde el problema nos afecta a todos por igual pero que nos
duele de diferentes maneras.
Así,
durante las últimas semanas, las malas noticias parecen ir en crecimiento. La
gente muriendo, la gente con miedo, expresiones vergonzosas de unos contra
otros, los medios dando cien veces la misma información, la poca claridad en la
misma, y así podemos seguir hasta que de verdad nos llegue “la depre”.
Todo
esto nos invita a perder la fe o la esperanza, a dejar de creer en la
humanidad, a pensar que nuestras acciones son insuficientes para cambiar el
mundo, a sentir que los daños son irreversibles y afirmar que lo injusta que es
la vida.
¡Y
vaya que lo es! La vida no es justa…
Hay
un buen libro (depende de quien lo lea) que utiliza todo un capítulo para
hablar sobre la trampa de la injusticia. El autor (Wayne W. Dyer),
explica que si el mundo fuera tan “perfecto” como para ser “justo” llegaría un
punto en el que ninguno de nosotros podría sobrevivir. Es decir, el animal
grande no se comería al mediano y el mediano jamás atacaría al chico, mientras
que los humanos veríamos ante si un conflicto gigante al buscar y cumplir cada
uno de nuestros intereses (propios y ajenos).
¡HDSPM!
[2]
Entonces ¿qué esperanza nos queda? Para fortuna de todos, después de decir, o
más bien, yo entender que todos en la vida seremos unos malvados para conseguir
lo que queremos, nos explica como la justicia es un concepto mitológico
y externo a nosotros. Pero jamás hace un llamado a la inacción o a la
pasividad, al contrario.
El
mismo autor cita a otro autor de nombre Carlos Castaneda [3](ahora
vemos que todos los libros, entradas de blogs, opiniones, etc., puedes meter
muchas citas hasta que llenes el espacio que desees llenar) que dice algo muy
lindo y en resumidas cuentas es lo siguiente:
El
hombre sabio es aquel que vive actuando, no piensa en actuar, ni piensa en lo
que va a suceder después de su actuación y luego de que cumple con aquellos
actos, se retira en paz y si sus actos fueron buenos o malos, si resultaron o
no, no es algo que le preocupe.
Por
esto comparto estas líneas contigo, porque existen días en que yo tampoco veo
la salida, porque me parece increíble que haya tanta tristeza, tanta violencia,
tanta pobreza a nuestro alrededor y siento que mis acciones no podrán cambiar
ni un poco la realidad.
A
pesar de esto, podemos empezar trabajando, poco a poco, en nosotros mismos. En
eliminar esa frustración que se crea en nosotros al ver que el mundo es algo
muy distinto de lo que nosotros anhelamos.
Será
nuestra responsabilidad buscar, encontrar y aplicar los métodos que nos
resulten mejores según nuestra edad, forma de pensar, creencias, religión,
ideales y todo eso que ha ido formando nuestro ser.
Y
volviendo a la canción con la que empezamos, me encanta porque después de describir
aquello que le aqueja cada vez que abre los ojos por la mañana, describe
también lo que hizo para tratar de cambiar sus pensamientos por otros que le
serían de gran ayuda para cambiar.
“Hoy
me levanté y mis ojos se aclararon
Hoy
planté una milpa en una llanta vieja de mi barrio
Aunque
todo, todo, se caiga alrededor
Yo te veo al centro como un cañón”.
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